BIENVENIDO/A

Espacio de relajación y reflexión, el diván tiene sus orígenes en la antigüedad al discurrir a largo de las paredes de las viviendas romanas más acomodadas y constituir en la arquitectura palaciega islámica una estancia privada común para el reposo y el deleite.

"El diván de Nur" viene a ser un lugar virtual para la catarsis que provocan enclaves, historias, vidas, ciudades, sitios y paisajes del mediterráneo.


Una mirada introspectiva, retrospectiva y exploratoria por al-Andalus, el Magreb y la diversidad cultural del Mare Nostrum de una historiadora en permanente búsqueda

viernes, 14 de agosto de 2015

Mi primera biblioteca de literatura andalusí


Es numerosa la bibliografía existente sobre literatura andalusí en sus diversos géneros, con un amplio compendio de estudios específicos y traducciones de nuestros más reconocidos arabistas españoles e hispanistas árabes (Rubiera Mata, M.J, Viguera Molins, M.J,  García Gómez, E, Garulo, T, Ribera Tarragó,J  Sobh, M, T, Makki, M, Cortés García, M, Cruz Hernández, Corriente F, etc). Basten pues las siguientes líneas como pinceladas de algunos géneros y autores cuyas obras están traducidas al castellano y pueden encontrarse en bibliotecas para quienes deseen comenzar a adentrarse el maravilloso universo de la literatura andalusí. 
Consejos de una ávida lectora que en su primera juventud aprovechaba el tiempo estival para nutrirse de una literatura autóctona, producida en la península ibérica pero que por estar escrita en lengua árabe y no llevar la etiqueta de “española” desgraciadamente no se contempla todavía en los planes de estudio ni de primaria, secundaria ni bachillerato.  

Desde tiempos de los omeyas hasta la época nazarí, la literatura fue vehículo de expresión de una sociedad diversa y plural como la andalusí. Aunque el árabe clásico fue la lengua vehicular, nexo de unión entre las distintas etnias, conviene también recordar el uso y la producción en romance, así como el hebreo o el bereber  o incluso el dialecto andalusí, empleado no sólo por la mayor parte de la población sino visible en algunas formas poéticas. Se cultivó desde la literatura biográfica y geográfica, la historia, la teología hasta el género enciclopédico o la poesía, géneros de los que  mencionaremos los autores más destacados, transcendentales  o de los que ha llegado hasta nosotros alguna parte de sus obras. También aquellos cuyos escritos siguen siendo un clásico, un referente y una fuente inspiradora para la literatura árabe mundial. 


LITERATURA BIOGRÁFICA
Procedente de Qayrawán (Túnez) Ibn Harit al-Jushani(Aljoxami) (m.971) entró en el círculo de sabios de la corte del al-Hakam II para quien escribió su obra más conocida y conservada: “Historia de los Jueces de Córdoba” Tras al Jushani, Ibn al-Faradi (962-1013) se convirtió en uno de los cultivadores del género biográfico más relevantes del califato omeya, a través de su “Historia de los ulemas de al-Andalus”. 
Uno de sus mejores discípulos, el historiador Ibn Hayyan, comentaba que no había en la ciudad, persona con tan vastísimos conocimientos y afán por adquirir libros de todos los saberes. Precisamente en ese sentido ya destacó en la primera mitad del siglo X Ibn Abd al-Rabbihi que escribió “El collar único”; veinticinco volúmenes enciclopédicos que reunían todos los conocimientos que a juicio del autor debía tener un hombre culto de su tiempo. 


HISTORIA
Ahmad ibn Razi, (m. 955) fue uno de los primeros historiadores de los que se tiene noticia en al-Andalus durante el reinado de Abd al-Rahman III. De su obra, “Historia de al-Andalus” proseguida por su hijo ‘Isa al-Razi sólo ha llegado hasta nosotros una pequeña introducción conocida como la Crónica del Moro Rasís.

No será hasta los tiempos de los reinos de taifas cuando Ibn Hayyan (988- 1076) deslumbre en este campo considerándose el mayor historiador de la Edad Media peninsular tanto cristiana como musulmana. Nacido en Córdoba y próximo a la corte, no sólo nos legó una historia  del emirato y califato omeya conservada parcialmente (Muqtabas) sino que relató, como cronista la decadencia del esplendor omeya y la trágica descomposición al-Andalus. Tiempos que relata casi en primera persona el rey zirí Abdallah de Granada en sus memorias desde su destierro en Agmat (Marruecos).
Gran intelectual, médico, jurista, visir y diplomático de la corte nazarí, Ibn al-Jatib (1313-1374) escribió más de sesenta obras de diversas disciplinas como la poesía, jurisprudencia, crónicas, farmacología o medicina. Su Historia de los Reyes de la Alhambra en la que empleó diez años supuso el cénit de una historia documental, biográfica, rigurosa y pormenorizada.


Anales palatinos del Califa al-Hakam II del Muqtabis de Ibn Hayyan a través de Isà al-Razi, fuente de primer orden para conocer aspectos relacionados con la vida cortesana de Madinat al-Zahra. Abajo, la Historia de los Reyes de la Alhambra de Ibn al-Jatib, obra cumbre para adentrarse en la dinastía nazarí.

  
POESÍA
La poesía se convirtió en la expresión primordial de la cultura andalusí, muy vinculada a la música. Paralelamente a una poesía clásica florecieron composiciones árabes de carácter popular como el zéjel y la muwahsaja cuyas estrofas finales mezclaban palabras en lengua romance, transparentando el bilingüismo de al-Andalus y en definitiva; el carácter mixto de la sociedad califal.
La caída del califato omeya y la guerra civil produjeron la descentralización de la cultura, que se extendió a todos los lugares  de al-Andalus. En el siglo XI, los reinos de taifas alcanzaron grandes cotas de producción y consolidación poética prorrogadas hasta los siglos XII y XIII a raíz de la demanda de creadores en la Península y en el Magreb.
El cordobés Ibn Hazm (994-1063) considerado como uno de los más importantes escritores del mundo islámico cultivó varios géneros y sobresalió en la filosofía con su obra más célebre: “ El collar de la paloma”, un tratado sobre la naturaleza del amor de una intelectualidad y lirismo desconocido hasta el momento. A la altura de Averroes y Maimónides, es el mejor exponente del cénit intelectual alcanzado en al-Andalus durante el siglo XI. Su inagotable erudición le llevó a unas cotas inalcanzables al dominar distintas disciplinas (historia, teología, gramática, poesía, política, moral, metafísica) y dejar escritas más de un centenar de obras. 

Contemporáneo y amigo de Ibn Hazm, Ibn Šhuhayd (992–1035) desde temprana edad recibió una nutrida formación que favoreció un precoz talento hacia la poesía, género que cultivó con la sátira y la prosa. También hizo incursión en el mundo del ilusionismo con la redacción de un tratado único en su género, que describía trucos usados por truhanes y magos  explicando el modo de introducir huevos en botellas o encender lámparas en el agua. La muerte del joven Ibn Šhuhayd, conmocionó a la mayor parte de la sociedad del momento convirtiéndose su tumba en Córdoba en lugar de culto y peregrinación de poetas e intelectuales de todo al-Andalus.  En palabras del arabista E. García Gómez "Ibn Šhuhayd fue el puro intelectual que, por su rango, no hizo de las letras oficio, sino ministerio".

 
Arriba. Monumento dedicado en 1963 a Ibn Hazm en la Puerta de Sevilla. Córdoba. Abajo. Alegoría del Baño. Monumento con versos de Ibn Shuhayd en la Calle Cara. Córdoba.

Pero sin duda, el icono más representativo de la poesía andalusí lo encontramos en Ibn Zaydun (1003-1071). Su vida estuvo marcada por la inestabilidad a la que se vio sometida el fin del califato y el nacimiento de los reinos de taifas. Todo un clásico por su sobresaliente obra y sus melancólicos versos hacia la princesa poetisa Wallada, sigue siendo uno de los autores de mayor transcendencia y reconocimiento en el mundo árabe. Hijo de un alto funcionario del estado omeya, su educación y abolengo propiciaron estar al servicio de las cortes de Málaga, Valencia, Badajoz y Sevilla donde acabó sus días como maestro y ministro del rey poeta al-Mut’amid de Sevilla. 
Poemas eróticos, panegíricos, sátiras, elegías y moaxajas lamentan su apasionada relación con Wallada así como la descomposición de al-Andalus y la ruina de Córdoba. Versos que pronto se hicieron populares entre las gentes y que después de casi diez siglos han seguido a inspirando a numerosos autores árabes tanto en novela, poesía y teatro. 

El  gran rey poeta de Sevilla, al-Mut’amid (1040-1095) recogió las enseñanzas de su maestro al que pudo superar, acogiendo en su corte a otros creadores. En su destierro en Agmat (Marrakech) compuso quizás las más tristes elegías de la poesía andalusí.
 

Dos ediciones de la obra de Ibn Zaydun e Ibn Quzman.

En cuanto a la poesía popular, el cordobés Ibn Quzmán (1086-1160) inventó el zéjel convirtiéndose en el autor e intérprete más relevante de dicho género. Introdujo esta forma poética que solía ser  recitada o cantada en espacios públicos o privados por un coro y un solista acompañado de laúd, nay (flauta) aduf (pandero cuadrado).   
Conocedor la lengua romance y bereber, cantaba y dedicaba estrofas a las familias más influyentes cuyas ganancias las despilfarraba en vino, mujeres y fiestas. Pero sobre todo trascendió por ser quien mejor describió los placeres festivos de almunias y alquerías y otras escenas costumbristas de al-Andalus entre los siglos XI y XII. 

Ya en época almorávide surgió en el Levante Peninsular una generación de poetas jardineros por su vinculación a temas como la flora y al paisaje andalusí. Destacó el valenciano Ibn al-Zaqqaq (1100-1134) y su tío Ibn Jafaya (1058-1138) que imprimió a sus versos elegancia, sofisticación y añoranza por su Alcira natal que consideraba la flor de al-Andalus.
Por último, Ibn al-Jatib y su discípulo Ibn Zamrak (m. 1394) cierran la última gloria de la poesía de al-Andalus en época nazarí. Sus versos, han quedado para la posteridad, inscritos en las paredes de la misma Alhambra.

FILOSOFÍA
En el ámbito de la filosofía, Ibn Rushd (Averroes) (1126-1198) e Ibn al-Arabi de Murcia (1165-1240) revelaron dos modelos de pensamiento que al-Andalus heredó del mundo clásico. La tradición aristotélica del primer gran maestro mediante la búsqueda de la verdad a través de la razón, frente al sufismo que el joven al-Arabi practicó y legó al Islam. 


 
Dos obras cumbres de Ibn Rusd e Ibn al-Arabi.

Contemporáneo de Averroes, el judío cordobés Moseh ben Maimón, Maimónides, (1138-1204) llevó a la comunidad judía a las más altas cotas de la medicina, ciencia y filosofía habiendo escrito la mayor parte de su obra en árabe y en una determinada aljamía o árabe escrito con caracteres hebreos. Tanto los tratados médicos y filosóficos de Averroes y Maimónides fueron traducidos al latín. Siglos después de su muerte el pensamiento de ambos siguió vivo, generando debates en las universidades medievales europeas hasta asentar las bases de un renacimiento que empezaba a vislumbrarse en el viejo continente. 
"Guía de perplejos o descarriados" de Maimónides, quizás la más universal de dicho autor.
Más moralista que filósofo, el maestro de Averroes, Ibn Tufayl (1105-1185) nos dejó una de las obras universales de la literatura hispano-árabe probablemente la segunda obra literaria árabe clásica más traducida, por detrás de "Las mil y una noches"
El filósofo autodidactacrea el mito tan conocido como el del niño salvaje. En dicha obra el personaje vive en una isla desierta antecediendo en siglos a  Robinson Crusoe y  Tarzán de los monos.




REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ABD ALLAH BEN BULUGGIN. El Siglo XI en primera persona . Las memorias de Abd Allah, ultimo Rey Zirí de Granada destronado por los Almorávides (1090). Madrid. 1980.
AL-JUSANI. Qudat Qurtuba. Historia de los jueces de Córdoba. Tr. J. Ribera. Granada. 1985.
IBN AL JATIB. Historia de los Reyes de la Alhambra (al-lamha al-badriyya): Resplandor de la luna llena acerca de la dinastia nazarí. Universidad de Granada, 2011.
IBN HAYYAN. Al-muqtabis II. Crónica de los emires al-hakam I y Abdarrahmán II entre los años 796 y 847.Traducción, notas e índices por Mahmud Al Makki y Federico Corriente. Zaragoza: Instituto de Estudios Islámicos y del Oriente Próximo. 2000.
IBN HAZM DE CÓRDOBA. El collar de la paloma. Alianza Editorial. Madrid. 2012.
IBN QUZMAN. Cancionero andalusí. Ediciones Hiperion. Madrid. 1989.
IBN TUFAYL. El filósofo autodidacta. S.L.Doble J. 2007. Sevilla.
IBN ZAYDUN.Poesías.Trad. Sobh M. Madrid: Inst.Hispano-Arabe de Cultura.1985.

©Virginia Luque Gallegos. Todos los derechos reservados. Citar el blog si se toma como referencia.

jueves, 25 de junio de 2015

José Cruz Herrera. Pintor por antonomasia del Marruecos Francés


Biografiar, aún de forma abreviada, la figura de José Cruz Herrera, es labor que asombra gratamente. Pocas veces toparemos con un itinerario artístico tan impar y productivo como la de éste paladín de la pintura orientalista andaluza en el Marruecos francés. 
La vida del linense  José Cruz Herrera está relacionada fundamentalmente con la ciudad de Casablanca, aunque no nació en esta ciudad, estuvo predestinado a residir en ella, y ambos se pertenecen. Dicha ciudad aparece por doquier en su obra como un tema recurrente.    
José Cruz Herrera quien instalado en Casablanca muestra a través de su pintura una pasión por el retrato de los diferentes personajes de la sociedad marroquí (Judíos, Beréberes), en su mayoría mujeres llenas de personalidad y representadas en un ambiente de festividad y alegría, como se puede apreciar en la joven música marroquí, la fiesta en Rabat, la muchacha marroquí con jarrón y flores, o la alegría de vivir, de tal forma que este artista se convierte en el pintor de la risa y de la alegría así como , al igual que Bertuchi en otro de los representantes de la vida y costumbres
Su aproximación a los habitantes autóctonos, se distinguió  fundamentalmente por su talante respetuoso, ofreciendo una imagen del Marruecos francés no peyorativa ni paternalista, todo lo contrario una imagen idílica y en la que los fantasmas y prejuicios tendían a desaparecer o brillaban por su ausencia.
Marruecos  es  esa heteropía  soñada por los pintores del XIX y del XX que  en  busca de nuevos horizontes o de una nueva inspiración, se desplazan  a este entorno geográfico llamado Oriente. España tenía al Oriente  al otro lado del estrecho de Gibraltar. 

Esta referencia a la proximidad geográfica y la  hermandad histórica entre ibéricos y magrebíes no es nueva y  fue también recogida antaño por escritores españoles fascinados y atraídos por Marruecos. "Otra cosa les digo para que se pongan en los cierto a entender de guerras africanas y es que el moro y el español son más hermanos de lo que parece.Quiten un poco de religión, quiten otro poco de lengua, y el parentesco y aire de familia saltan a los ojos. ¿Qué es el moro más que un español mahometano? ¿Y cuántos españoles vemos que son moros con disfraz de cristianos?”. Así se expresa el renegado González Ansúrez en la novela Aita Tettaouen de Pérez Galdós que tiene Tetuán como escenario.

Las tres amigas. 1938. Cruz Herrera
Allá y a comienzos de los cuarenta, el gran escritor Yeclano Azorín, escribía en su ensayo: El paisaje de España visto por los españoles lo que sigue: “Se escucha a lo lejos la melodía de un canto popular. ¿África? ¿España? El porvenir de Europa está en África; los más próximos hermanos de los españoles están pasando el Estrecho, aquende el Atlas”. 
En opinión de los entendidos de la materia, José Cruz herrera ha sido el pintor del Marruecos Francés o “el Jacques Majorelle” andaluz por excelencia y quien tuvo el don de plasmar mejor que nadie  el paisaje,  el ambiente, los colores y el alma marroquí
La obra del pintor orientalista José Cruz Herrera, se enmarca, o mejor dicho se inscribe en esa larga tradición pictórica española en Marruecos, y cuyos más ilustres representantes fueron : Mariano Fortuny, José Gallegos Arnosa , José Navarro Llorens, Antonio Muñoz Degrain , José Benlliure Gil , Gonzalo Bilbao, Ricardo López Cabrera, Josep Tapiró, Mariano Bertuchi, Juli Ramis, Antonio Fuentes.
©Mustafá Akalay Nasser. Geógrafo-Urbanista.Profesor Adjunto Universidad Paris 13

miércoles, 4 de marzo de 2015

La olvidada obra de los escritores del Protectorado en Marruecos.


Llevaba tiempo buscando la manera de volver a Tetuán y a Chefchaouen para testimoniar vidas e historias de las familias de origen andalusí, instaladas en el Norte de Marruecos.   
No sólo me resultaba crucial horas y horas de consulta de fuentes históricas y documentales sino que debía entrar en el  complejo laberinto de la memoria oral, para hallar en dichas ciudades lo que la UNESCO considera "Tesoros Humanos Vivos".

Hacía tiempo que había leído algunos estudios de Ibn Azzuz Hakim de la época del Protectorado y casi me parecía increíble que estuviera vivo. Por prensa supe de su activismo cuando en el año 2002 dirigió una carta al rey Juan Carlos solicitando la revocación del decreto de la expulsión de los moriscos, reivindicando sus derechos, los mismos que en 1992 se planteaban para los judíos sefardíes: el reconocimiento de su nacionalidad. Con cariño, guardé alguna que otra noticia, algún artículo y alguna foto donde aparecía retratado en la Alhambra.

Enjuto, superviviente y sabio, Ibn Azzuz Hakim me parecía casi inmortal, por su lucidez, sabiduría y memoria. Le llamaban el "último morisco" y siempre pensé que si el tiempo no corría demasiado deprisa, podría visitarle y gozar no sólo de su historial de vida, sino de aquel cúmulo informativo heredado de sus ancestros y tan cuidadosamente custodiado. 

Poder escuchar o recoger aquella memoria oral me hubiera parecido tan fascinante o más que consultar un legajo, leer con parsimonia las fuentes históricas o historiográficas o incluso pasar mis dedos por sillares, columnas, cerámicas y otros vestigios de aquellos andalusíes emigrados. Me hubiera hallado ante un hombre-libro, ante un "tesoro vivo", pero mi tiempo y el suyo no pudieron encontrarse. Hoy, seis meses después de su fallecimiento, lamento haber perdido dicha oportunidad y quisiera rendir un pequeño homenaje tanto a él como a esos escritores marroquíes en castellano tan desconocidos y olvidados en la península. Pero quien mejor que el profesor Mustafá Akalay lo haga a través de este artículo publicado en el Diario Melilla Hoy.


In Memóriam
A Azzuz Hakim y Jacinto López  Gorgé

Han pasado más de sesenta y ocho años desde que en las páginas centrales de la revista hispano-árabe, Al-Motamid, el poeta tangerino Abdelkader Mokkadem publicara un poema en versión bilingüe.
Es así como en el norte de Marruecos empezó a publicarse una pujante literatura marroquí de lengua castellana, cuyos nombres más destacados fueron: Driss Diuri, Mohammad Ibn Azzuz Hakim, Abderrahim Yebbur Uddi, Abdul-latif Jatib, Mohammad Temsamani, Mohammad Sabbagh. 

El tetuaní Mohammad Ibn Azzuz Hakim es uno de los más genuinos representantes de la vertiente más puramente literaria de la llamada “Narrativa de Expresión Castellana”. Escritor prolífico  Azzuz Hakim, es autor de una recopilación de expresiones de la literatura popular de las regiones de Jebala, Gomara y Tetuán. Entre sus obras llama la atención: Pensamientos y  Máximas de Al maxdub, Cuentos Populares Marroquíes, Folclore Infantil de Gomara, Que por la Rosa Roja Corrió mi Sangre y Cuentos Marroquíes de Tradición Oral. 

Si Mohammad  Ibn Azzuz Hakim, es uno de los impulsores  iniciales de la narrativa hispano-marroquí, Abdul-latif Jatib, no le va a la zaga , como lo muestra su extenso currículum. Periodista, escritor en lengua árabe, española y francesa, nació en Tetuán, donde ejerció el periodismo y fue director de la revista Al Anouar. Apasionado lector de la literatura castellana, tradujo al árabe obras de Benavente y La Rebelión de las Masas de Ortega y Gasset; y fue el más destacado traductor de poesía española, como por ejemplo Juan Ramón Jiménez y otros poetas del 27 en la revista hispano-árabe Ketama.
 
Revista hispanoárabe bilingüe Al-Motamid. Número 11. 1948

Son sólo dos ejemplos que ponen de manifiesto (Azzuz Hakim y Jatib) uno de los hitos  de lo que se llamó "Literatura Marroquí de Lengua Española".
El otro hito lo estableció Driss Diuri,  en un trabajo literario sobre la mujer titulado “Más sobre Zoraida” allá por los años cuarenta y nueve, en  el que  dicho autor se presenta como un defensor de los derechos de la mujer marroquí, planteando la necesidad de su educación y su incorporación al mundo moderno.
Driss Diuri,  oriundo de Larache, fue un intelectual que se preocupó por regenerar una larga tradición de convivencia entre Marruecos y España. Dejó constancia de ello como prosista, periodista, dramaturgo, poeta y traductor. 
A estos tres nombres más representativos de escritores marroquíes de lengua española, hay que añadir los nombres de los hispanistas Sabbagh y Khattabi. 

La mayoría de estos escritores provenían de las ciudades del norte de Marruecos: Tetuán, Tánger, Nador, Alhucemas, Larache, y ejercían a la vez de  profesores, periodistas y traductores.
Se puede hablar de estos creadores  como el embrión de la primera generación de escritores hispano-marroquíes, que comenzaron a publicar sus trabajos literarios a partir de los años cincuenta en la revista hispano-árabe.
Al –Motamid, cuyo comité de redacción  contó con la inestimable colaboración  en su creación de un grupo de poetas melillenses encabezado por Jacinto López Gorgé.

Jacinto, alicantino de nacimiento (03-03-1925) vivió muchos años en Melilla donde ejerció la docencia y mantuvo una estrecha relación con escritores peninsulares y también de Larache, Tánger y Tetuán, tanto españoles como marroquíes. Jacinto era un  superviviente del grupo  literario de Melilla de los años 50, que estuvo formado por Pío Gómez Nisa, Eladio Sos, Juan Guerrero Zamora  Miguel Fernández y él mismo. Poeta y crítico literario desde 1947,  desarrolló una gran actividad en el mundo de las letras. En 1949 fundó y dirigió en Melilla, junto a su compañero Pío Gómez Nisa, la revista “Manantial” y en 1952 la colección de libros breves “Mirto y Laurel”.

En 1953 dirigió en Tetuán “Ketama”, revista hispano-árabe que nació con un soneto titulado “Raso y Cubierto” de Miguel Hernández, inédito hasta entonces.En las páginas de los catorce números de "Ketama", editada en Tetuán, capital del entonces Protectorado español, entre 1953 y 1959, hallamos poemas de Juan Ramón Jiménez, José Hierro, Victoriano Crémer, Vicente Aleixandre, Carmen Conde, Gerardo Diego, y otros tantos  poetas españoles y árabes de distintas generaciones. 

©Mustafá Akalay Nasser. Geógrafo-Urbanista.Profesor Adjunto Universidad Paris 13.  
©Virginia Luque Gallegos